Llopis ha centrado su intervención en dos ámbitos: el tecnológico y el socio-educativo. Por un lado, la matemática ha querido resaltar la importancia actual de la economía del dato (Data Economy): “La economía del dato es la convergencia entre el analysis y el big data. Las empresas ya han aprendido a trabajar con los datos, pero ahora deben aprender y familiarizarse con los sensores, el Internet de las cosas. Los datos de la compañía llegan estructurados o no, pero deben ser comprendidos y tratados. Este es el reto actual y futuro de las empresas.” Para ello, se necesitan nuevos perfiles profesionales: los data scientists y los data analytics.“Debemos rodearnos de estos nuevos perfiles renacentistas que requieren capacidades muy específicas.” Y es que, tal y como ha detallado Llopis, estos profesionales deben conocer el método científico y la inteligencia artificial, deben tener capacidad de análisis y síntesis, buena comunicación para seducir y deben ser hackers, creativos y artísticos. “Este campo va a generar mucho empleo -solo en Estados Unidos hay, aproximadamente, unos 800.000 empleos en big data- y las mujeres no debemos quedarnos atrás, es una muy buena oportunidad”, ha recalcado.
En la actualidad, la presencia de las mujeres en ámbitos tecnológicos, científicos y matemáticos se mantiene baja. En Estados Unidos, solo el 24% de mujeres se dedica a estas profesiones, frente al 76% de los hombres.“No debemos dejar atrás a las mujeres en ámbitos científicos, tecnológicos y matemáticos. Las mujeres debemos aprender a asumir riesgos y a creer que podemos, porque, efectivamente, sí podemos.” Para ello, “el cambio debe venir desde dentro y desde bien pequeños, sino las niñas continuarán sin querer estudiar ingeniería”, ha comentado. Para liderar este cambio, empiezan a surgir iniciativas como las de Goldie Blox, el sueño de una ingeniera que ha creado juguetes específicos para estimular la parte más científica, constructiva y matemática de las niñas con el objetivo de mostrar el camino a todas esas chicas que en el futuro querrán ser ingenieras. “Es un reto muy importante. Las mujeres deben tener la capacidad de acceder a estos puestos de trabajo.”
Durante su intervención, Llopis también ha repasado su sueño personal, su micromultinacional, SME Grupo AIA.“Creamos logaritmos para un mundo mejor. Llevamos 25 años trabajando diversos ámbitos, como el financiero, el de salud, la energía o las telecomunicaciones. Este año, trabajaremos para la NASA”,ha explicado.
Llopis ha querido clausurar su conferencia recordando a su familia, formada -como ella misma ha reconocido- por grandes mujeres, todas muy fuertes. “Mi madre quería estudiar ingeniería y, debido a las presiones de la época, tuvo que declinar esa opción y decantarse por magisterio, aunque eso sirvió para inculcar a sus alumnos la pasión por la física y las matemáticas. Tuvo cinco hijas. Somos tres matemáticas, una física y una ingeniera informática”, ha recordado. Además, Llopis también ha destacado la importancia de la tecnología aplicada al ámbito humano: “Mi hijo mayor nació con una discapacidad y, hace poco, logramos que recuperase un período de su memoria. Fue emocionante tanto para él como para mí. El cerebro está ahí y todavía está pendiente su estudio.”
El director de Tecnología y Sistemas de Banco Sabadell, Carlos Abarca, ha cerrado esta nueva edición del Foro Mujer y Liderazgo asegurando que “personas como Regina Llopis van a cambiar el mundo. Desde Banco Sabadell trabajamos con Llopis para adaptarnos a los nuevos tiempos y segmentar a nuestros clientes para ofrecerles productos personalizados”. Además, Abarca ha recalcado la importancia de las personas en estos nuevos campos. “Las herramientas son imprescindibles, pero también la creatividad y la intuición. En esta revolución, las mujeres no pueden quedar al margen”, ha sentenciado.